Después de más de dos horas de camino, se llega a un lugar mítico de la montaña Astur, conocido con el nombre de la Brañagallones, se han recorrido 10,5 kilómetros, y el lugar es el apropiado para reponer fuerzas antes del asalto final al Cantu del Osu.
Súbitamente en lo más abrupto del terreno aparece este conjunto de tejos, parece como si buscasen refugio, en lugar apartado, lejos de la tentación del humano.